Ya se veía venir que el fin de semana iba a ser chungo (teníamos que ir de un lado para otro después de tocar, desmontar, cargar, etc…) pero también brutal (tocar en Caspe y en el Pobo es un lujazo).

El jueves por la tarde subimos al local a cargar, y después de haber sobrevivido a llevar la furgoneta de alquiler hasta el local y comernos unas hamburguesas de supervivencia, dejamos preparada para salir el viernes por la mañana. Y así fue, por la mañana a Aragón TV, al programa “Sin ir más lejos”, donde hicimos una pequeña demostración de lo que se iba a poder ver esa noche en el XII edición del Poborina Folk, unos de los festivales de folk de más renombre en todo Aragón y parte del extranjero. De allí fuimos a Covah a buscar los micros inalámbricos y de ahí a buscar a Chaime al curro, pero claro, pasando antes por el bar del polígono a echar una ración de migas y unos trozos de longaniza. Y hala, otra vez camino de la tele, pero bueno, este trozo me lo salto, que ya lo veréis. Salimos de la tele y fuimos a recoger a Pichin a Cuarte, y ya con el disco de los Gandules sonando, cogimos la autovía camino del Pobo.

El viaje al Pobo fue prácticamente una siesta de 2 horas, pero cada vez que abriamos los ojos, seguía sonando el disco de los gandules… Llegamos al pobo a eso de las 23:30, y según el GPS fuimos medio camino por fuera de la carretera. Cenamos y a las 0:00h, fuimos a ver a Korrontzi, y a mitad de concierto tocó montar, probar sonido, cambiarnos y todas esas cosas que se hacen antes de los bolos.

El concierto bruttttttttttttttttt, algún que otro problemilla con el sonido y la zanfona, pero bueno, cosicas que pasan… Intentamos disfrazarnos de “persona normal” y desmontar todo para cargarlo en la furgoneta y los más valientes nos quedamos por allí dando vueltas.

El sábado por la mañana, salió la furgoneta hacia Caspe y después de comer, salimos el resto hacia allí. Con parada en Calanda incluída, llegamos a Caspe a eso de las 6 de la tarde, y después de dar mil vueltas (parecía que la gente intentaba que no llegaramos) nos encontramos con Álvaro Villa, que nos llevó a nuestro destino. Montamos las tarimas, andamios y percusiones y probamos sonido. Marchamos a cenar al Quijote (ummmmmmmmmmmm) y después de cambiarnos empezamos el pasacalles. Dimos una pequeña vuelta por las calles de Caspe y llegamos al muro para empezar la batalla. El concierto salió genial, pero claro, después toca desmontar y a eso de las 5 de la mañana nos fuimos a dormir.

El domingo tocó madrugar, y a las 8:00 nos levantamos para desayunar y salir pitando hacia Tosos. En Tosos mucho calor, mucha comida, mucha bebida…hicimos un pasacalles y después de comer, llevamos a la gente hasta el pabellón, donde actuó la Funny Magic Creepy Show, y ya, bien cansadicos toco ir al local a descargar, y después de un atasco impresionante en la carretera de Castellón, a la radio, para terminar el ajetreado fin de semana con una entrevista para los amigos del programa “La enredadera».

 «Topo» Adrián Gil Sediles, conductor novel y PCC