Sabíamos que el camino iba ser largo… a las 10.00 h quedamos en el local, pero después de cargar las dos furgonetas Reche no daba señales de vida. Lo llamamos y…ummm “qué a gusto se está en la cama”; no se lo tuvimos en cuenta por que acababa de ver la ecografía 4D de su niño. Quedamos con él en Lérida, N-II salida 470. Y ya por fín….!! todos junticos a por los galos.

El paisaje precioso, entre desfiladeros; aunque parezca mentira era la segunda vez que los Lurte pasábamos por allí, la primera vez fue cuando fuimos a Andorra. El único inconveniente fue que señor guardia civil nos mandó por la noche y ¡qué putada! no pudimos disfrutar del paisaje (eso es lo que nos puso de mala ostia, no los ciento sesenta kilómetros más que nos arreamos entre pecho y espalda).

Llegamos a las seis treinta, pero antes de acudir al festival dimos unas vueltas por los alrededores… mas que nada para echarnos una risas con el Anfetas viéndolo rodar por las laderas y retozando entre fiemo. Después de las risas llegamos a Montegut donde sólo Arantza y Reche entendían lo que esa gente decía, los demás no entendíamos ni papa. Nos acompañaron a Foix (que se pronuncia Fuá) que es donde teníamos el hotel. Dejamos las maletas y volvimos Montegut a cenar ya que después teníamos que hacer un pequeño pase entre grupo y grupo para crear expectación. Mientras nos cambiamos había unos italianos que no me acuerdo del nombre pero si me acuerdo que tocaban de puta madre. Una de las cosas que nos llamó la atención a todos es el tipo de gaita que utilizaban, la Zampogna.

Las actuaciones se celebraban en una pequeña carpa de circo con los colores de la cuatribarrada, así que todo pintaba a que nuestra actuación iba a ser todo un éxito. Nos dieron la señal y con nuestra bandera por delante y al grito de DISPIERTA FIERRO y ENTALTO ARAGON entramos en la carpa. A la cara de los asistentes les cambió “la color”, boquiabiertos, anonadados, acojonaaaos, no daban crédito a lo que estaban presenciando. Nos plantamos a pie del escenario y empezamos desarrollar el espectáculo. Cada canción les hacia despertar más y más y poco a poco iban asimilando lo que estaban viendo.

Los ALMOGAVARES los estaban conquistando con su música de gaitas , tarotas , dulzainas y percusión. Hubo personas que se quedaron sentados con la cara de estar disfrutando como un zagal con un chupachups, así que los dejamos con ganas de más para el día siguiente. Después de las actuaciones se abrió la veda gaitera y todos los músicos asistentes podían sacar sus instrumentos y tocar a sus anchas. Allí se mezclaron oboes occitanos, dulzainas y gaitas aragonesas con gaitas Italianas….y el que no tocaba …a bailar. ¡Todos a bailar!; chicos, mayores, abuelas , abuelos…. Nos quedamos flipaos al ver como todo el mundo bailaba sin ningún tipo de complejo. Qué envidia sana ver como mantienen sus tradiciones. Si querías tomarte algo… sólo tenías dos opciones: vino o café, menos mal que en la furgoneta llevábamos una botella de orujo (regalo de Flip), mistela y ron-miel (nuestra bebida sagrada) así que a las dos y media a dormir.

Nueve y cuarto, hora de quedada; primer cigarro mañanero en le puerta (por supuesto no se puede fumar mas que en la calle). Un francés muy educado que pasaba por allí nos dijo: “bons jours” y el Anfetas contestó: “buenos cojones crias”. (Esto hay que entenderlo e imaginarlo con el humor del Anfetas…. Si no, no tiene mucha gracia). Desayunamos queso y más queso….sobre todo Reche que lo odiaaaa. Volvimos a la carpa a montar toda nuestra escenografía y a hacer la prueba de sonido con el mago Pichin, que es como nuestros oídos cuando tocamos encima de un escenario. Una vez todo a punto ¡¡a comer!! con horario francés…..a eso de las doce y media. Después de llenarnos la tripa nos echamos una pequeña siesta en la pradera. …..pecadoooooooorrrrr de la prrraaaderaaaal…Siesta el que pudo, porque había algún “cabrito” dando por el ano. Pero cuando intentó siestear él no pudo por que teníamos que ir a cambiarnos para la actuación.

Suena la intro los nervios a flor de piel. ¡a por ellos! -se oye por ahí. El subidón es tal, que cuando pisas el escenario con la cuatribarrada ya no hay marcha atrás …y entonces empiezas a disfrutar como si estuvieras copulando …y eso que lo de cohabitar y fornicar tampoco me pasa tan a menudo …que de una vez a otra ni me acuerdo. Menos mal que tocamos de vez en cuando. Hablo por mi eh…que no me meto en la vida “sensual” de los demás. Bueno… a lo que íbamos… que me lio.

Si lo de por la noche les gustó, esto les maravilló. No pararon de tocar palmas y tararear las canciones. En fin, un orgasmo para ellos y para nosotros una orgía consentida, una bacanal de sudores, un éxtasis de júbilo, porque todo había salido bien. Suena el “cukulungus” (canción que cierra nuestros shows) y con la sensación de haber hecho bien el trabajo y la sonrisa en la boca, saludamos y agradecimos los aplausos de nuestro público galo.

A recoger… que hay tormenta y se puede volar la carpa circense…una ducha rápida y camino para casa …sin antes darles las gracias a Pascale que nos dejó la casa para cambiarnos y ducharnos. A las diecinueve horas montados en las furgonetas preparados para volver a casica. Paramos a cenar en las Catalonias con unos cupones mágicos del Tío Reche….jejejeje.

A la vuelta dejamos a Reche y para nuestro asombro en el lado de vuelta no existe la N-II salida 470. De esto sólo se entero Marieta, que era la única que no iba sopas (yo tampoco iba sopas… que era el que conducía)

A las dos de la madrugada llegamos al local. Descargamos y bajamos el “telón” de la nave Cartujana.

EMILIO MOLINA “Cronista en tono de sol”